Hay varias formas de ver que algo no va bien, como por ejemplo, cuando el vehículo vibra. Esta semana os hablamos de este caso para que estéis preparados si os pasa.

Es comprensible que nos pongamos nerviosos si notamos que el vehículo vibra cuando vamos conduciendo por la carretera. Es una señal de que hay algún problema que debemos solucionar. Pero no tenemos que perder los estribos y hemos de mantener la calma.

¿Por qué mi vehículo vibra?

Lo normal es que se deba a cualquier contratiempo que en nuestro taller arreglarán sin mayor complicación. A continuación explicaremos las causas más comunes que originan la vibración de un coche, que generalmente tienen que ver con problemas en los neumáticos, los frenos, la suspensión o el motor.

Neumáticos viejos, desgastados y secos

Se trata de la causa más común que provoca este problema. Un desgaste excesivo y desigual en cualquiera de los ejes puede hacer que el volante de nuestro automóvil tiemble al superar cierta velocidad. Debemos tener en cuenta que los neumáticos son el único elemento cuya superficie está en contacto directo con el asfalto.

Además, están más expuestos a sufrir impactos negativos que influyan en su rendimiento o su vida útil. Si comprobamos que la profundidad del dibujo en la banda de rodadura es inferior a 1,6 milímetros o detectamos cualquier otra anomalía, deberemos sustituir las gomas por otras nuevas. Sino podemos sufrir un pinchazo y quedarnos tirados. O incluso tener un accidente.

Dirección desalineada

Al estar conectada directamente con el volante, cuando la dirección no está debidamente alineada provoca que aparezcan estas vibraciones. Este problema hace que las ruedas sufran un desgaste desigual. Nos daremos cuenta de ello si notamos que el coche se desplaza ligeramente hacia un lado o escuchamos algún ruido raro. En estos casos, la reparación consiste en practicar un alineado que cualquier mecánico profesional está capacitado para hacer en poco tiempo.

Ruedas desequilibradas

En estos casos, la vibración se hace evidente cuando conducimos a altas velocidades. Pequeñas e inapreciables imperfecciones en los neumáticos pueden provocar sacudidas en nuestro vehículo. Estas originan desviaciones que impiden una rotación circular perfecta que conocemos con el nombre de runout. La solución a este contratiempo también es sencilla.

Otros fallos mecánicos

Cuando el vehículo vibra puede deberse también a que sufre otros problemas mecánicos que entrañan una mayor gravedad. Por ejemplo, que la suspensión esté mal ajustada o deteriorada y defectuosa. También existe la posibilidad de que los discos de freno se hayan deformado y desgastado.

Si el fallo viene de una avería en el motor notaremos que la vibración no solo afecta al volante, sino también a otras partes del coche. Y otra causa común es cuando los silentblocks están en mal estado y no ofrecen la suficiente amortiguación.

¿Y si mi vehículo de alquiler vibra?

En nuestra empresa de alquiler de vehículos industriales nos aseguramos siempre de que los vehículos que entregamos estén en perfecto estado. Pero siempre pueden ocurrir imprevistos.

Si notas un temblor al volante lo primero que debes hacer es reducir la velocidad. Si es posible, lo mejor es parar y practicar una inspección visual de los neumáticos. Sobre todo si ves que la vibración persiste aunque bajes la velocidad. Y si es posible, lo más recomendable será que pases por un taller lo antes posible.

Te lo decimos desde nuestra experiencia. Porque en Área Alquiler nos dedicamos al alquiler de vehículos industriales en Barcelona desde hace ya muchos años. Y por tanto sabemos lo importante que es ir con cuidado para evitar averías y accidentes.

Esperamos haberte ayudado a saber qué hacer si el vehículo vibra. Si tienes cualquier duda respecto a nuestras furgonetas y camiones de alquiler, ¡no dudes en llamarnos!