Consejos y precaución
¿Una indisposición al conducir? ¿Qué debemos hacer?
Una indisposición al conducir puede convertirse en un problema de seguridad vial. Ya sea un mareo o un vértigo, resulta indispensable actuar de manera adecuada.
De lo contrario, podemos provocar un accidente o aumentar el riesgo de que ocurra. Para evitar llegar tan lejos, es esencial que entendamos cómo debemos proceder. Lo explicamos a continuación:
¿Qué debe hacer el conductor que sufre una indisposición al conducir?
Lo primero que debemos hacer si estamos al volante es reducir la velocidad de manera progresiva. Hay que evitar las maniobras bruscas, ya que pueden generar situaciones de riesgo. Además, si es posible, encenderemos las luces de emergencia para alertar al resto de conductores de nuestra situación.
El siguiente paso consiste en buscar un lugar seguro para detenernos, como un arcén o una zona habilitada para emergencias. En caso de que la indisposición sea grave, nos detendremos sin invadir ningún carril de circulación. Para conseguirlo, debemos apoyarnos en el control del volante al tiempo que bajamos la velocidad.
Una vez nos hemos detenido, es importante que ventilemos el habitáculo y evaluemos los síntomas que tenemos. Si la indisposición continua y va a peor, llamaremos a emergencias para solicitar ayuda, así contaremos con apoyo profesional. Pero si no pudiéramos contactar por nuestro estado, conviene pedir asistencia a otros conductores o a transeúntes.
Dadas las consecuencias que podemos sufrir con una indisposición, el mejor remedio es la prevención. Es importante haber descansado lo suficiente antes de conducir, estar bien hidratado o, directamente, no ponernos al volante si ya notamos síntomas. Además, conviene que revisemos nuestro estado de salud con regularidad si padecemos afecciones preexistentes.
Consejos para los acompañantes de un conductor mareado
Puede que en lugar de ser el conductor mareado seamos un acompañante, como un compañero de trabajo. Es fundamental que prestemos atención a la situación que se está desarrollando, ya que nuestra reacción es decisiva para evitar un accidente. Por tanto, el primer consejo a tener en cuenta es mantener la calma en todo momento.
Por muy grave que parezca la situación en curso, perder los nervios nos llevará a empeorarla. Hay que mantener la mente fría y actuar con rapidez. Si notamos que el conductor suda en exceso, está pálido o hace movimientos erráticos, quizás esté mareado. Incluso cabe la posibilidad de que manifieste que se encuentra en tal estado. Llegados a este punto, debemos insistir en que detenga el vehículo lo antes posible.
Aunque la indicación sea clara, el conductor quizás no reaccione o se muestre indeciso. En tal caso, podemos ayudar a maniobrar guiando el volante con suavidad hasta detener el vehículo. Eso sí, en ningún momento debemos apagar el motor en marcha, puesto que esto podría bloquear la dirección y agravar la peligrosidad de la situación.
Como vemos, una indisposición al conducir, como puede ser el vértigo al volante, debe gestionarse con calma. No hay que olvidar seguir las normas de seguridad vial y actuar con rapidez. Asimismo, es recomendable utilizar un vehículo moderno, ya que ofrece mayores medidas de seguridad. En Área Alquiler contamos con los últimos modelos. En caso de querer recibir nuestro asesoramiento experto de forma personalizada, lo idóneo es contactarnos directamente.