Durante la conducción, es fundamental poner los cinco sentidos al volante para evitar cualquier imprudencia o despiste.

Sin embargo, uno de los que parecen menos importantes es, realmente, mucho más influyente de lo que parece. El olfato y la conducción están estrechamente ligados. Tanto que una mala elección del ambientador, o su ausencia, puede ser el punto de partida de una conducción inadecuada y de potenciales accidentes.

La importancia del olfato y el resto de sentidos en la carretera

El ser humano es un inteligente: se basa en la razón para tomar decisiones. Pero, también, por su condición animal, se guía por las emociones y por la afectividad. Y estos planos están permanentemente influidos por los sentidos. Ellos reciben estímulos, de forma continuada, que influyen en el cerebro y en la conducta humana.

Cuando una persona conduce, lo que ve, lo que oye, lo que toca, lo que saborea o ha saboreado y lo que huele altera su comportamiento. Esto es así en todo caso, tanto si se maneja un turismo como un camión o una furgoneta. Todo el mundo entiende que una mala visibilidad, una comida de difícil digestión, una música estridente o desagradable y la falta de sensibilidad en las manos para llevar el volante influyen negativamente en cómo se conduce. Pero ¿y el olfato? ¿Es verdad que afecta?

La influencia del olfato en la conducción

Es un hecho incuestionable que el olfato influye enormemente en el estado de ánimo. Modifica, o puede hacerlo, las emociones de una persona. La aromacología o psicología de los aromas es la ciencia que estudia esta relación. Así, cuando el coche tiene un olor adecuado, la concentración, el acierto y la capacidad al volante mejoran en gran medida. Se aprecia en todo momento: en la velocidad, en la prudencia al entrar en una rotonda o al aparcar una furgoneta, por ejemplo.

Por ello, es fundamental acertar al escoger el aroma del habitáculo de cualquier vehículo. Por razones de seguridad, eficacia y bienestar personal.

¿Qué fragancias son óptimas para la conducción?

Existen algunos aromas que contribuyen a crear el estado de ánimo idóneo para llevar un coche. Además, por supuesto, hay fragancias que producen el efecto contrario: alteran, perturban o distraen al conductor.

En cuanto a qué aromas conviene sentir al conducir, estas son las principales:

• Frutos rojos y fresas. Generan un efecto calmante, por lo que reducen la agresividad del conductor.
• Coche nuevo. Este aroma tan característico favorece una conducción más prudente.
• Hierbabuena. Es un olor que incrementa la concentración, por lo que la atención mejora.
• Limón. Tiene un efecto parecido, capaz de reducir las distracciones.
• Canela. Es un aroma suave, pero energizante, por lo que reduce la sensación de cansancio.
• Café. Igual que el consumo del producto, activa y despierta a quien lo percibe. La atención queda reforzada.

Conviene evitar los aromas demasiado relajantes, como la lavanda, o estimulantes, como el olor a comida, el cuero, los perfumes y los aftershaves, entre otros.

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